CONCURSO PATROCINADO POR HOTEL MAR MENOR

El hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera apoya a las Bibliotecas de San Javier en la promoción de la creación literaria y te dan la bienvenida a este concurso.























miércoles, 27 de marzo de 2013

(22) (El mundo al revés)





Mi pie izquierdo no funciona, y ahora que el mundo funciona al revés, esto es una señal de mal augurio. No me quiero levantar con el pie derecho, por lo de la mala suerte, pero tengo que salir apresuradamente de esta cama. Duermo con mi mujer, pero ahora eso es pecado, en breve llegarán sus amantes. Solo veo una opción, que ella me empuje y rodando me deslice como una croqueta, hasta quedar escondido y en silencio bajo su cama.



martes, 26 de marzo de 2013

(21) Despedida (Nunca solicitada)


El mismo andén que nos acercó nos aleja ahora. A través de la distancia a punto de multiplicarse, se desencadena el consabido patrón de las cucamonas, las sonrisas forzosas para no desatar anticipada tristeza en el otro, los besos soplados, el reflejo del cristal que ya me esconde su busto al maniobrar el autocar para llevársela: todo, todo es inútil ante lo inexorable de la partida.
            Y, entre otras muchas cosas sin una utilidad real, siento tu partida y el hecho doloroso de no poder acompañarla. Siento esta despedida, este adiós, este adelanto de agonía en el corazón. Igual que también puedo sentir ya que recordaré siempre este momento.

(20) Victoria station


Llegábamos a la estación Victoria huyendo de la escasez y el aislamiento. Casi todas éramos de provincias y entre nosotras había algunas aventureras y muchas desesperadas. Formábamos la legión del servicio doméstico en tierras de sajones. Huestes de desacomodadas buscábamos quehacer en una ciudad donde otros vivían con holganza. No entendíamos el pop, y aunque nos atrevimos con alguna minifalda, viviamos con desarraigo en aquella ciudad psicodélica y moderna.  Han pasado más de 50 años y a Victoria Station, ante la misma indiferencia flemática de los londinenses, siguen llegando trenes cargados de exiliadas, pero ahora flamantes y competentes licenciadas.

(19) En una noche... como tantas otras


El tenerla sobre mí saciaría mis más íntimos y oscuros deseos.
Creo oírla llegar, veo su resplandor.
Seguramente vendrá acompañada de otros más fuertes y ruidosos.
Me pide que la tome, que comparta su ardor.
Me rindo y me sumerjo bajo ella, ella es más fuerte, me espera, no puedo aguantar más, estoy sintiendo demasiado.
Ahora sus gotas de amor saciado se vierte sobre mí y me enseña lo que aprendió con  otros hombres y me hará participe de lo que en sus formas redondeadas escondía.
El clímax está cerca, y ella  explota satisfecha, con un gran estruendo que ilumina su bello porte.
Se derrama sobre mí.
Después de..., ya llega, ya viene..........empieza a llover,  anunciándose una gran tormenta.


lunes, 25 de marzo de 2013

(18) De camino al éxito


Sólo a las niñas guapas y a los padres que las acompañaban les ofrecían café. “Tenga por seguro que haremos de su hija una gran actriz, además de una gran mujer”, repetía un día tras otro aquel tipo trajeado antes de despedir a los hombres con un fuerte apretón de manos. El siguiente paso, siempre el más complejo, era hacerlas comprender, al tiempo que se desabrochaba el pantalón, que tan sólo existía un camino para ser las mejores.

(17) Río y pies


Con los pies aventureros fueron al rio, no era un camino estrecho ni un camino corto, era de sonrisa ancha y dicha mutua. Cogidos todos de las manos alzaban la cabeza y observaban las vacas Muuuyeras.
Escuchaban el agua, no como un riachuelo ni como una cascada, sino como un rio digno de ninfas y príncipes ranas. La mayor le preguntó a su hermanita:
- ¿Cómo se llama el rio?  Ella la miro desconcertada y dijo:
- El rio no es un libro para tener letras. 

(16) Tesoros


Llevaban varios meses buscando tesoros entre mares sin nombre, encontrando calamares gigantes, islas carnívoras y estrellas ahogadas. Un día el capitán despertó de un sueño extraño y pidió a la tripulación girar al Sur. Al Soldecer se toparon con perlas enormes naufragando entre los dientes de una reina perdida. 

(15) PERIODO DE ENTREGUERRAS


Como triunfaba el verano y ya había culminado el monzón, no nos desalentó que la bomba nos dejara sin media techumbre. En las primeras noches hasta nos emocionaba observar las estrellas desde los pies de la cama, abrazados como si acabáramos de enamorarnos, leyendo en el universo las señales de un futuro temido, pleno de añagazas y miserias. Cuando el otoño estalló con sus vientos violentos, nos llenó el lecho de arañas y hojas crepitantes. Dejamos entonces de ser nosotros mismos en aquella vida prestada brevemente por la guerra y no tardamos en ser arrojados de nuestro paraíso terrenal al tráfago del mundo y de lo incierto.